lunes, 30 de noviembre de 2009

The thin blue line


Este controversial documental muestra el arresto y  la condena de Randall Adams por el asesinato de un miembro de la policía Robert Wood de Dallas en 1976, delito por el que fue condenado a no solo cárcel sino finalmente la pena de muerte. Construida como la primera película de misterios que resuelve un asesinato en escena, en base a pruebas creadas, recopilación de testimonios reales, construidos para el film, Errol Morris va revelando poco a poco los secretos e incógnitas detrás de este confuso y alterado evento.

Los primeros minutos del documental desconciertan un poco a al espectador, era la primera ves que se planteaba una estética documentalista tan diferente a la original, la realista, la verdadera, la que nos convence de que todo lo que estamos viendo por mas alterado que este , ahí sucedió y por lo tanto así se filmo. Morris toma los eventos, toma la situación que realmente ocurrió, y en base a eso crea una estenografía que se adapta a los elementos que ocurrieron en la historia real, dándole un toque ficticio pero aun recordando que Randall Adams realmente estuvo en ese coche aquella noche en la que terminaron acusándolo por homicidio. 

El documental parece estar flotando entre la línea de lo real y lo ficticio, la replica de la realidad. Las escenas, la estética colocada , las entrevistas con los personajes, cada uno representado en un espacio que lo identifica de los demás , son factores detonadores y distintivos en el trabajo de Morris, quien no intenta en ningún momento hacernos creer que no hubo alteración alguna, sino todo lo contrario, busca jugar con ambos elementos reales y ficticios , creando una nueva formula documentalista, que además de recopilar y evidenciar la información obtenida, adquiere el papel de detective en la historia y busca ir colocando pruebas en busca de una verdad ultima. Un documental denuncia, que juega con la percepción de la audiencia, y resuelve el misterio hasta el final.


Las recreaciones son perfectamente atinadas, es claro que no buscan ser completamente reales, al contrario en algunos momentos hasta ridiculizan la situación, provocando ironía y humor burdo en un momento de duda y misterio. Cada escenario tiene su razón de ser, cada emplazamiento de cámara plantea una perspectiva distinta, cada testimonio, cada historia , todo entrando en sincronía perfecta, con música de Phillip Glass, que nos guía por los enredos y la trama del documental.


En varias ocasiones se le ha considerado una entretenida y misteriosa película, personalmente no podría decir que desde un principio estaba segura de que se trataba de un documental o una ficción. Morris parece querer traernos al punto en el cual nuestra aprehensión por el mundo real llega a alcanzar un punto de paranoia, para introducirnos en el estado mental de un detective que empieza a encontrar poco a poco las piezas para completar su rompecabezas. Es justamente por esto por lo que se justifica perfectamente el sentido ¨fictico¨ que se le da a la historia. Además no olvidemos las palabras sabias de Jean Rouch, quien persiste claramente en el hecho de que el documental no es  realidad pura sino una abstracción personal de esta, al igual que cualquier tipo de ficción.

Lo que realmente nos hace ruido y no nos deja pensar plenamente que lo que estamos viendo es un documental, es el hecho de que este tratamiento particular a la historia confronta las reglas y planeamientos específicos que ha tenido desde su existencia. Si lo vemos desde una perspectiva u poco mas objetiva, todo documental, conlleva a un planteamiento surrealista porque finalmente esta creado desde una visión especifica, y muy diferente a las demás.


www.errolmorris.com/film/tbl.htm

www.allmovie.com/work

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