lunes, 30 de noviembre de 2009

Jollies




La película comienza con una foto de dos muñecas Barbie, una al lado de la otra, atravesados por un closeup de una boca de una joven y sus dientes con brackets. Esta es la boca de Sadie Benning, la autora del documental que empieza a contar la historia de su primera experiencia sexual a la edad de 12, con un chico de 16 años .Ella tocaba sus partes intimas para poder ganar una apuesta. Hablando de alguien precoz...

Las fotografías de dos niñas y los tiros de Sadie Benning, se convierten en una constante durante la historia, mientras se alternan con fragmentos de textos escritos sobre hojas de papel , filmados a poca distancia. Despojado de la música y ínter títulos, y con muy poco movimiento, Benning elige  abordar directamente la cámara con un estilo narrativo sostenido y confidencial cerca de representación de su vídeo en forma de diario.

La segunda experiencia a la edad de 15 años fue cuando se enamoro por primera ves de una chica. La dificultad de esta situación se evidencia por las fotos de Sadie cubriéndose el rostro con crema de afeitar, y luego pretender tener un afeitado, denotando una enorme confusión sexual, una joven desesperada por encontrarse a si misma, quiere aparentar ser un hombre a pesar de saber que no lo es. "Yo no soy un hombre", se escucha decir durante este tipo de escenas. La historia termina con una observación aguda en algún lugar entre la amargura y la ironía: ¨Me di cuenta que soy tan lesbiana como se puede llegar a ser. Definitivamente una de las películas mas claras y abiertas cuando se trata de plantear problemáticas sociales y políticas respecto a la homosexualidad.




Sadie Benning empezó a hacer vídeos a los dieciséis años de edad cuando su padre, el cineasta experimental James Benning, le dio una videocámara Píxel visión como regalo de Navidad. Era una cámara pequeña, portátil que solo grababa video en blanco y negro de Fisher-Price que salio a principios de los ochentas. Las imágenes son duras, con sonido metálicos y un marco alrededor del cuadro. Los videos de  Benning abarcan una variedad de temáticas increíble, incluyendo su autobiografía, rasgos etnográficos, películas personales , diarios grabados y hasta pequeñas fantasías propias. Siempre resaltando  el racismo y el sexismo, a través de los ojos de una joven mujer.

A través de la manipulación de imágenes, Sadie crea narraciones provenientes de una gran variedad de fuentes como la televisión, revistas, periódicos y cultura popular, toma un poco de cada uno para formar ideas que en conjunto con las demás forman una historia no solo concreta sino también critica.

El material parece sumamente casero, en un principio, pero es justamente ese estilo imperfecto y realista que nos apega mas a la visión de una niña, la originalidad y la pureza de su trabajo. Las historias aparentan navegar en planos superficiales, pero cada toma y cada acción va acompañada de un significado que la respalda. Sus miedos, fantasías y mas anhelados deseos , puestos en pantalla sin ningún tipo de censura, sus inquietudes sexuales son caras, sin ser reiterativas, mientras que la elaboración de estrategias de trasgresión y rebeldía predominan en  un esfuerzo por crear un espacio de identidad más allá de los límites de la heterosexualidad y la conformidad de género.

El constante desafió entre la inocencia infantil y la vulnerabilidad , se presentan continuamente a lo largo de sus documentales, Benning se enfrenta a un mundo del que se burla pero porque al mismo tiempo la asusta , refugiándose en la seguridad temporal que le ofrece su dormitorio, espacio en el que sabe que puede manifestarse sin tener que contener nada en absoluto. En última instancia, la realidad de la violencia no se puede escapar o ignorar Benning y se ve obligado a enfrentarse a su propia vulnerabilidad en un mundo que a menudo es abiertamente hostil y amenazadora para las mujeres y las lesbianas.

www.archive.sensesofcinema.com

www.medienkunstnetz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario