martes, 27 de octubre de 2009

Entre pajaros muertos...


 

Robert Gardner

“Dead birds” es uno de los documentales más controversiales y aclamados de la historia. Filmado en Nueva Guinea desde sus inicios este film estuvo lleno de características extraordinarias hasta el día de su presentación final que contaba con la edición más atinada. La filmación de “Dear birds” exploró los límites del arte y de la creación dentro de un proyecto cinematográfico, sin dejar atrás la representación y el descubrimiento del verdadero significado de las vidas humanas.

El documental sobre los Dani, un grupo de personas que habitan en la parte alta de las montanas de Irian de Oeste, una cultura neolítica clásica, humanos excepcionales que luchan en contra del ambiente y el sistema social en el que se encuentran inmersos. Una situación parecida a la de los eskimales con Flaherty, una vez la presentación de esta cultura ajena, opuesta y desconocida a la nuestra, que dentro de sus barbaries superficiales muestra el sentido humano y el aprecio inigualable a la vida.

Bajo un sistema de ataque y venganza, clanes vecinos de la zona de los Dani, los confrontan constantemente en batallas en las que cada clan busca a través del performance físico, sus cuerpos y sus lanzas intimidar al enemigo en este caso los Dani, por horas enteras, un juego de caminar adelante y hacia atrás, una lucha que terminara por derramar sangre, pero solo de algunos elementos del grupo. Los clanes al igual que ellos no buscan la exterminación por completo del grupo en oposición, sino solo la amenaza y por lo tanto la posición de superioridad frente a ellos.  Flechas y lanzas atraviesan partes de sus cuerpos, sus brazos o sus piernas, de vez en cuando algunas atraviesan el corazón de alguno arrebatándole la vida para siempre. Las peleas terminan, los gruñidos y las garras que sacan regresan a sus casas, ayudando a aquellos que resultaron heridos y cortejando a aquellos que murieron, pero la batalla no cruza sus fronteras más allá de eso. Es como si tentaran a la muerte sin llegar a la masacre por completo, porque exterminar al elemento enemigo por completo implicaria el fin de su sistema de ataque y venganza que ha consolidado su medio social por anos enteros. Sin la guerra no existiria una forma de satisfacer la venganza de los fantasmas que han muerto , una extrana y primitiva forma de mantener la armonia.

Las guerras de los Dani, son una historia sin fin.

“Dead Birds” cuenta con un significado inmediato y alegórico. En el lenguaje de los Dani se refiere a las armas y los ornamentos que se recuperan en batalla, pero en su mismo lenguaje poético se refieren a sí mismos como pájaros , y como pájaros deben de morir.

“It was an attempt to see people from within and to wonder, when the selected fragments of that life were assembled, if they might speak not only of the Dani but also of ourselves.” —

                                                                                  Robert Gardner




Un documental duro y realista, que no tienta las paredes de la realidad sino cruza a través de ellas, con un lenguaje poético en donde Gardner convierte a la cultura en una metáfora entre la ternura y la crueldad no solo de ellos sino de la existencia humana. Adoptar a una cultura tan lejana a nuestra idea de cultura y sociedad y ser capaz de demostrar sus dotes humanos dentro de sus mismas acciones atroces, parecería difícil es mas completamente incongruente, pero un documental mas en donde se nos presenta la misma realidad que la nuestra solo que en un escenario diferente, y nos deja pensando que no somos tan diferentes unos de otros, y que aquellas alabanzas a la muerte, la quema de un niño y la recopilación de su huesos, no es ninguna profanación sino una forma de despedida y de honra a la vida, que por mas ajena y animal que parezca nos remonta a nuestra propia cultura y a nuestras propias manifestaciones.

Me gusta pensar como lo he repetido en varias ocasiones que todos somos capaces de ver hasta en las cosas que más odiamos y más nos repugnan, aquellos destellos de luz que nos recuerdan que todos provenimos de un mismo lugar y que las costumbres no marcan a la gente, lo que las marca son los significados detras de ellas. Ser capaz de encontrar esto y transmitirlo como en el caso de Flaherty o Gardner, no es una capacidad es una virtud en la sensibilidad de entender el sentido de la vida, más allá de la violencia y el odio. Entender que la belleza se encuentra hasta en lo inimaginable, solo hay que saber abrir bien los ojos.



LA OTRA MIRADA......

“Dead Birds” se construye en base a la creación de una ilusión de que existe una narrativa y una historia comprensible detrás de todo esto, que evoluciona de manera natural y cronológica. Aunque uno argumente que el cine requiere esos artificios para su existir ,el hecho es que es falso. Realmente no existe una batalla en particular sino termina por existir gracias a la composición de varias. The major battle sequence in Dead Birds is put together from shots of different battles at different locations''.

Gardner creo y narro monólogos internos para algunos de los personajes principales. Una vez más violando las reglas y experimentando los campos fuera de los márgenes que se le habían impuesto al documental, como muchos otros ya lo empezaban a hacer también.

Robert Gardner fue una figura vital para el documental etnográfico entre los anos de 1950 y 1960, aun así sus reconocimientos públicos, escritos, y sobre todo sus documentales desde lo que fue “Dear Birds” no reflejan ningún conocimiento o interés sobre los conflictos que han preocupado a la antropología desde los años setentas. Gardner a permanecido fiel la errónea idea de que la antropología busca como único la preservación de remanentes auténticos primitivos de culturas que están por desaparecer. Parece irresponsable en su posición, porque en lugar de continuar sobre esta línea intencional que busca desesperadamente el encuentro de la humanidad en estas personas y dirigirlo hacia el aspecto también antropológico, prefiere romantizar por completo la situación de estos extraños tan diferentes a el que le despiertan una oportunidad única de explorar sus cuestionamientos como ser humano, ante la vida ya ante la muerte, el papel de la mujer, y hasta su propia identidad.

Gardner nos seduce a través de su visión artística, pero cuando en verdad lo pensamos, tal vez esto sea más un viaje de confirmación propia del mismo Gardner en donde el supuesto objetivo, la cultura Dani, queda en segundo plano, pasa a ser este detonador de emociones de confirmaciones y de belleza dentro de la propia rutina primitiva de vida, el propio instinto llevado al máximo sentido de belleza y de confirmación, que tal vez no lo sea.

Dejando así el factor de estudio, etnográfico y antropológico a un lado, los Dani a través de la búsqueda entrañable de Gardner, pero realmente son los Dani a los que nos identificamos?

Tal vez no....

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