martes, 27 de octubre de 2009

¿Canibales o Turistas?



“Cannibal Tours” y Dennis O'Rourke

Dennis O' Rourke filmó el documental “Cannibal Tours” estrenado en 1988, empapándose de la etnografía y el modernismo del propio lugar, logrando así la naturaleza del film.

El documental que sigue a un grupo de turistas Europeos en su viaje por Sepik River en Papua Nueva Guinea, cumpliendo con todas las características del clásico extranjero en tierra ajena, paraíso desconocido y exótico, comprando, observando, fotografiando a estos seres que aparentan estar en exhibición, que roban todo su interés, dejando a la cámara sola, como un espectador de la relación entre los turistas y los nativos de la zona.

Haciendo referencia a la palabra canibalismo en el titulo y a la forma en la que la gente devora a una persona o a varias personas, roban sus pieles y en algunas ocasiones las utilizan. Dennis O Rourke nos muestra a aquellos que mas que turistas son caníbales y a nosotros mismos caníbales de su historia.

¿Canibales o Turistas?

"There is nothing so strange in a strange land, as the stranger who comes to visit it."

Para Dennis O´Rourke  el acto de filmar un documental es la síntesis de la síntesis. Cada escenario, y cada parte de la película evoluciona constantemente  la filmación, la producción, el sonido y sobretodo la propia edición se convierten en el modelo único e irrepetible que transforman a aquellos escenarios y los hacen particulares en pantalla. Los documentales no deben de existir fuera de las realidades que representan , la verdadera magia es que el espectador puede ser capaz de comenzar a crear y a construir sin conocer necesariamente la posición y la perspectiva del director , concentrándose en el momento presente. Cuando uno filma, la razon debe de quedar a un lado, dejando el paso libre a las emociones y sobre todo a la intuición, de hecho es preferible ser irracional , porque cuando uno trata de razonar en la vida en general, la belleza de las ideas tiende a desvanecerse por completo.

A veces la historia es mucho menos importante que las ideas y las emociones que lleva por detrás , David O Rourke presenta su idea, como algo que podría ser verdadero, pero a fin de cuentas es una ilusión, concentrándose en los detalles pequeños que a veces se escapan de la mirada.

“I like to think that, in my films, nothing really happens but it happens very quickly”. 


 

A través de la maravillosa fotografía O´Rourke logra captar estos preciados momentos que asegura, perdería si no fuera por el lente siempre atento de su equipo técnico de trabajo. En algunas ocasiones las sensaciones al filmar eran abrumadoras y hasta el mismo director se paralizaba, perdía detalles que sus cámaras no perdían. Un largo recorrido turístico fue el que el director realizo junto con los mismos personajes a los que siguió, entrando en un viaje de descubrimientos en una tierra desconocida  en donde parte de un lugar al que no piensa regresar, dejando así que la misma experiencia le vaya cambiando su percepción y sus emociones.

“I have been changed. This is why I say: “I don't make the film, the film makes me.”

 

El documental debe de ser claro, y certero pero no de una verdad sino del proceso de llegada  a la verdad que busca. Muchos documentales parecen contar con una sola vertiente, en donde el espectador no es capaz de divagar y construir por si mismo su propio camino y se ve obligado a seguir una plataforma previamente construida por el director, quien no ofrece más que su verdad.

“I reject the whole notion of the  documentary film maker as a culture-hero”.

Las imágenes en el documental son atinadas y más que eso, son cómplices del conflicto pasivo social y el choque entre culturas, amabas realidades, el punto de vista de los turistas como el punto de vista de los grupos nativos, ambos defendidos y más que eso, expuestos en su posición. Es interesante que a pesar de tarar a estos dos grupos tan opuestos, el director logra no tomar un cierto partido, sino presentar la verdad de los actos humanos. Una cultura que se siente invadida, porque la otra la invade. Estamos hablando de un tipo de invasión, aun más corrosivo que las peleas y el sometimiento, una invasión al espacio sagrado, a la esencia, un turista mustio, que navega con bandera de pureza pero que solo roba recuerdos imágenes y momentos irrepetibles de aquellos únicos dueños de estos.

Dennis O´Rourke establece que el verdadero problema del documentalista de hoy, radica en la capacidad de articular al autor con el objetivo y a su vez con la audiencia, es decir el dilema de la representación. Como dice Jean Baudrillard, muchas veces las imágenes tan explícitas, tan reales, tan crudas, en lugar de dar realidad y objetividad a la historia, tienden a contaminar el significado.  En cambio la imagen situada en el papel de representación de la realidad susceptible desde un principio a cambios y presentada honestamente a la mirada como una imagen real alterada, mantiene y dispara el significado a través de la subjetividad de cada quien.

“Cannibal tours” es un documental pero al mismo tiempo una ficción, porque a final de cuentas nunca dejará de ser un artefacto que alguien creo a través de su extracción de la realidad. Un artificio a través del juego con el desastre indiferenciado de la vida para finalmente crear un producto. Visto de esta manera el producto y el espectador se convierten en uno mismo, donde se vincula al grado que puede avergonzarse de sí mismo de sentirse fuera o mejor aun dentro de la historia  o partícipe de esta.

En el caso de los turistas reconocemos su desesperanza de la experiencia misma y vernos a nosotros reflejados en ella, al igual que logramos comprender que los mismos turistas saben que cualquiera que vea la película compartirá este sentimiento desesperanzado con ellos.




 

This is part of what Professor MacCannell wrote:

“It is disheartening that any group of human beings, simply caught in the eye of the camera, could appear to be so awkward and in such bad faith.  It is to O’Rourke’s great credit that he does not simply leave us with these disturbing images.  The film quietly provides answers to the questions it raises, and to do this O’Rourke goes to a psychoanalytical level. Freud does not speak here directly, except perhaps in the final  scene where the Bette Midler-type American woman climbs in the plane brandishing her five realistically carved dildos (“I get to ride back with these in my lap!”). It is the camera, which throughout assumes the role of the old paternal analyst, steady, listening, silent, pretending to be non-judgemental...

“This is what frightened me most about the film. The tourists, throughout, seemed incapable of a conscious detachment from their values, which was so evident a feature of the New Guinean images and discourse. The tourists’ detachment takes the form of repression and denial of the myth of modernity so it necessarily expresses itself always as an out-of-control force leading to non-ritual violence. The New Guineanans do not see this difference between themselves and the Europeans. They rigorously maintain there is no difference with the single exception that the Europeans have the money and they don’t. This film is a reminder that the task of anthropology is far from done - we have yet to explain ourselves.

Los nativos del pueblo, saben que cuando se trata de turistas apreciando su cultura, sus tradiciones y su forma de vida, no llegarán a estar tan cerca del entendimiento sino más de la curiosidad y del morbo que esta situación tan opuesta les provoca. Saben que frente a ellos, son modelos prefectos para las fotografías más extrañas e interesantes, lo que podría ser un acercamiento en donde ambos grupos terminan por ganar, deja a los turistas como predadores en un zoológico y a ellos, los nativos, como los animales en exhibición. Es justamente esta relación la que desemboca en un colonialismo de nuestra época, como a había mencionado anteriormente, el nativo se siente invadido por sus diferencias, por lo tanto lo primero que decidirá cambiar son esos rasgos distintivos adoptando cada vez más la cultura y los ideales extranjeros. Cada vez se aleja más de su identidad original por miedo a ser señalado por esta misma.

Una búsqueda de sentido, que está condenada desde un principio.

One condition of modernity is that nobody knows who they are any more. "CANNIBAL TOURS”, like most of my work, is situated out on what I call the shifting terminus of civilisation; where modern mass-culture grates and pushes against the original, essential aspects of humanity and where much of what passes for 'values' and ‘good taste’ in Western culture is exposed, in stark relief, as banal and fake. People have asked about the film, "Where did you get those amazing characters?” They thought that they were actors. The reality seems too fantastic. Yet they reveal the ignorance and insensitivity that lies under the surface in all of us when we are tourists. But these are not bad people, no worse than you or me, and I am sympathetic to them all.

It might be considered that this is a problem without solution - a problem as profound as ‘original sin’. Tourism forms part of a general framework of unequal North-South relations just as it is a manifestation of the impoverishment of human relations in the post-modern, post- cultural, consumerist world. In order to change this one element of the system one has to first, and the same time, change the whole.

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